Sabemos que muchos de vosotros sois aficionados a la historia y que os gusta conocer sobre la historia de la Costa Blanca, por esa razón hoy os proponemos un viaje a través de las pinturas rupestres del Pla de Petracos en Castell de Castells.
Aquí se encuentran unas pinturas excepcionales, enormes, que se ven nítidamente y se encuentran en un magnífico estado de conservación. Este santuario rupestres es conocido como la Capilla Sixtina del arte neolitico.
Estas pinturas fueron realizadas por los primeros pueblos campesinos, conocedores de la agricultura, la ganadería, la alfarería y de los útiles pulimentados, que se establecieron en la península ibérica, entrando este territorio en el considerado período Neolítico. En el norte de la provincia de Alicante, se encuentran los yacimientos neolíticos más antiguos de la península que han sido reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO.
A pesar de lo cerca que se encuentra el enclave de zonas turísticas de la costa alicantina tan afamadas como Denia, Alfaz o Benidorm, este mágico santuario es sorprendentemente desconocido por el público
Como llegar al santuario de las pinturas rupestres
El lugar se encuentra bastante lejos de la costa y no hay una autopista directa cerca. La ruta más fácil en coche es desde Benissa a Alcalali por la CV-750. Desde allí, tome la CV-720 hasta Benichembla. Una vez pasado este pueblo, continúe durante unos 9 kilómetros hacia Castell de Castells hasta llegar al Barranc de Malafit. Tenga en cuenta que parte de estas carreteras son caminos de montaña con hermosas vistas pero con muchas curvas y diferencias de altura.
Las cuevas
Estas pinturas rupestres fueron descubiertas en 1980. El santuario está compuesto por una cueva-santuario y ocho cuevas más pequeñas, cinco de ellos con representaciones pictóricas enormes en rojo intenso, perfectamente visibles. Cuatro de las cuevas, muy cercanas entre sí, y situados a gran altura, conservan representaciones de lo que se ha dado en llamar Arte Macro-esquemático, correspondiente a la época del Neolítico más antigua, y otro conserva una representación de un ciervo herido atravesado por flechas.
La visita al yacimiento rupestre es muy cómoda, un recorrido circular de apenas un kilómetro, en el que podremos ver los diferentes tipos de pintura Esquemática y de arte Levantino, así como la propia cueva-santuario.
La cueva podría haber sido utilizada por los antiguos pobladores y pintores como vivienda y refugio. Es un lugar que aún conserva parte del encanto y que merece la pena visitar.
La historia de las cuevas
Según las explicaciones y teorías más extendidas, las pinturas allí reflejadas representan las preocupaciones sociales y religiosas. El arte Macroesquemático Levantino es un arte único, ya que solo en esta parte de la península es posible ver este tipo de pinturas. Se denomina así por el gran tamaño de las figuras representadas y por la esquematización del sentir religioso de la colectividad en símbolos lineales y sencillos que deben interpretarse. Los motivos reflejados en estas pinturas rupestres parecen representar las súplicas y plegarias para que los dioses protegieran la salud de la tribu y de sus animales, así como las buenas cosechas.
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