Ubicado en la Vega baja del Segura, Orihuela es un histórico municipio que puede recorrerse en un día. En la parte más alta de la ciudad se encuentran los restos del castillo de Orihuela; desde allí también podremos gozar de las vistas a la sierra y su hermoso palmeral. Otros encantos que no puedes perderte son el santuario de Monserrate, el convento de Santo Domingo, la iglesia de Santas Justa y Rufina, y sus atractivos museos.
Ven a descubrir sus secretos con nosotros
¿Cómo llegar a Orihuela?
– En coche
La autovía A-7 Alicante-Murcia pasa por el municipio.
– En transporte público
Desde Alicante la parada de tren de cercanías y trenes de media distancia paran en la nueva estación de Orihuela.
¿Qué ver?
Castillo
En el Monte de San Miguel, el punto más alto del pueblo, encontramos una gran fortaleza construida en siete círculos, siendo el superior para los altos cargos militares. Ahora se encuentra en ruinas debido a la Guerra de Sucesión, a la caída de un rayo, a las tormentas y a un terremoto, pero aún se pueden ver restos de la muralla y de algunas torres. Merece la pena subir y disfrutar de las vistas de la ciudad y del Palmeral de Orihuela, el segundo más grande de Europa.
En la ladera sur de la montaña encontramos el Seminario (siglo XV) con una fachada barroca. Seguimos por la parte este de la ciudad, frente en la Iglesia de Santiago (siglo XIV) de estilo gótico catalán, donde destaca la Puerta de Santiago y la Capilla de San José.
Santuario de Monserrate
En este santuario se guarda la imagen de la Virgen encontrada por un pastor al escuchar tañer una campana. Su fachada es neoclásica y la decoración interior, barroca.
Palacio Rubalcaba
Esta vivienda propiedad de los marqueses de Ruvalcaba y adquirida por el Ayuntamiento en los años 80 se usa para desarrollar grandes recepciones y alberga la oficina de turismo local. Fue construido en 1930 en el solar donde se hallaba la Casa Abacial de la Iglesia de Santiago.
Consta de tres plantas y pequeñas entreplantas. La parte de abajo se usaba como despacho, cocheras y vivienda de los caseros. La primera planta es la zona principal, donde estaba la cocina y los ostentosos salones. En la segunda planta estaban los dormitorios. Además consta de jardines con zonas de recreo y fuentes de azulejo.
Museo Arqueológico
Aquí se encuentra el único paso de Semana Santa que tiene prohibido entrar en la iglesia, La Diablesa, debido a la presencia de una figura en forma de diablo.
Iglesia de Santas Justa y Rufina
En la Plaza de las Salesas podremos ver esta iglesia con su torre campanario del siglo XIV, con aspecto de fortaleza y decorada con gárgolas de animales fantásticos. En el exterior destaca la Puerta de las Gradas y la Capilla de la Comunión con un importante retablo.
Catedral de Orihuela
La Santa Iglesia Catedral del Salvador y Santa María de Orihuela comenzó a construirse a fines del siglo XIII sobre los restos de un templo árabe. Según Alfonso X el Sabio debía ser la mayor de la villa. Pasó a la Corona aragonesa en 1304 y fue convertida en catedral en 1413. La parte más antigua es la torre, de forma cuadrangular, que albergó una prisión. Cuenta con un reloj, campanas litúrgicas y un timbre. La catedral tiene tres puertas: de las Cadenas, de Loreto y de la Anunciación.
Palacio Episcopal
De estilo barroco, fue construido en el siglo XVIII. En la actualidad es la sede del Museo Diocesano de Arte Sacro. El palacio se localiza en un antiguo solar que pertenecía al Cabildo de la Catedral.
Convento de Santo Domingo
Uno de los monumentos más importantes de la ciudad, conocido como “El Escorial de Levante”. Fue sede universitaria desde el siglo XVI hasta XIX cuando lo transformaron en colegio. En su interior vemos sus impresionantes claustros renacentistas y la Iglesia, en cuyo refectorio hay unos importantes azulejos elaborados en Manises en el siglo XVIII.
Junto al Convento, encontramos la Puerta de la Olma, cuyo frontal aparece representa el pájaro Oriol, símbolo de la ciudad.
Museo de la Semana Santa
Situado en la plaza de la Merced, guarda todos los pasos procesionales salvo uno.
Casa Museo de Miguel Hernández
Podría decirse que es una visita obligada, aunque no seas amante de la literatura. En esta casa vivió el poeta con su familia hasta marchar hacia Madrid. Está junto al Colegio de Santo Domingo (donde Hernández estudió) y es una construcción típica de una sola planta con dos dormitorios, dos habitaciones, una cocina y un vestíbulo. Alberga recuerdos y fotografías del escritor y hasta la higuera donde se sentaba para inspirarse.
Museo de la Muralla
En la calle Salesas, encontramos uno de los últimos descubrimientos fruto de las obras de la Universidad, aquí se encontraron los restos de la muralla de la ciudad y de unos baños árabes que se encontraba junto a ella.
Palmeral de San Antón
Este lugar de interés de Orihuela es de planta semicircular y de origen islámico. Las palmeras solo están en los laterales del campo, los caminos y los sistemas de riego. Sin dudas, es una interesante manera de aprender sobre sistemas agrícolas de regadío intensivo. El agua proviene de las acequias de Callosa y el aprovechamiento de la tierra es máximo.
¿Que comer en Orihuela?
Las delicias gastronómicas de Orihuela van desde platos huertanos como el cocido con pelotas, migas, arroz de los tres puñaos, altabellacos, cucurrones, gachasmigas, trigo picao, mondongo, olla gitana, guisado de albóndigas, potajes diversos, arroz clarico, arroz con verduras, con conejo o con cualquier otra variedad hasta el sabroso arroz con costra. Hay que destacar la gran calidad de embutidos de elaboración local: morcillas de verano, morcilla de cebolla, morcilla de pícaro, morcón, blanco, longaniza blanca y roja. Entre los aperitivos típicos de la zona destacan los salazones: bonito, mojama, hueva y atún.
El pescado también tiene su hueco, podemos disfrutar de caldero, arroz a banda, paella de mariscos, mújol o dorada a la sal, asado de pescado o simplemente pescado a la plancha.
En cuanto a postres la gran mayoría son de origen árabe. Donde la tradición repostera se ha mantenido ha sido en los conventos de clausura, donde todavía se pueden comprar a través del torno exquisitos pasteles de gloria, zamarras, chatos, pezuñas, valarinos, tortadas de yema, almojábanas, las bolas de San Antón, los paparajotes y buñuelos.
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